LÁSER CO2

Láser CO2

El tratamiento facial con láser de CO2 contribuye a mejorar el aspecto general del rostro a través de pequeños toques de luz que llegan a las capas más profundas de la piel, donde el calor emitido por el láser actúa, regenerando el colágeno y activando los fibroblastos.

Todo ello la convierte en una técnica adecuada para contrarrestar los signos de una piel dañada y envejecida.

¿En que consiste?

La reciente tecnología utiliza una técnica fraccionada que incide en la piel a través de un pixelado hecho con “scanner”, produce micro perforaciones en la piel para llegar a capas profundas, dejando zonas de piel sanas entre ellas, y permite una rápida recuperación del paciente, esto facilita la epitelización, y la regeneración post-tratamiento.

El láser actúa a dos niveles: a nivel superficial mejora las arrugas, las manchas, estrías debido a que elimina una fina capa de piel, y a nivel profundo en forma inmediata produce una retracción del colágeno logrando efectos de “lifting” o levantamiento, aumentando la firmeza de la piel y a largo plazo provoca un efecto estimulante de colágenoo neocolagenesis, obteniéndose un efecto de rejuvenecimiento cutáneo.

Laser CO2 2

¿En qué zonas se puede aplicar el tratamiento de Láser CO2?

La zona que se trata con mayor frecuencia es la piel de la cara, donde se busca en la mayoría de los casos un efecto de rejuvenecimiento facial, eliminación de cicatrices o manchas, pero se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo por ejemplo en la región de abdomen para tratamientos de estrías o sobre una cicatriz queloide o hipertrófica.

¿Cuántas sesiones se requieren y cuáles son las recomendaciones?

Depende del tratamiento y de cada paciente. Según el problema a resolver, pueden ser necesarias varias sesiones con un intervalo de un mes entre ellas. Se recomiendan tres sesiones para arrugas moderadas, y cinco sesiones en casos de secuelas de acné. Si el paciente requiere más de una sesión esta se debe realizar 4 a 6 semanas después.

El cuidado más importante antes y después del tratamiento es evitar la exposición solar directa, usar bloqueador solar, pues de lo contrario pueden producirse cambios en la coloración de la piel.

El procedimiento no es doloroso por que antes de la sesión, al paciente se le aplica una crema anestésica local, en las zonas a tratar. Posterior al tratamiento el paciente puede sentir una sensación de tirantez que simplemente es el efecto de contracción de colágeno, las zonas tratadas estarán ligeramente enrojecidas (eritema), y el primer y segundo día se presente una leve inflamación, también es frecuente comezón (prurito) que es secundario a la cicatrización de los tejidos.